Laisa 1992-2008

El jueves 6 de Marzo, te fuiste, tal vez no por decisión propia... pero ya no podíamos soportar verte sufrir así...
Laisa, nombre que te puso mi mama, por Liza Minelli... recuerdo como si fuera ayer el día que fuimos a buscarte, desde ese día tengo memoria...era el verano del 92’ yo tenia unos 4 año casi 5, bajamos del taunus rojo, veníamos de veranear en San Clemente, al ver tantos perros "cockers" mama y papa decidieron que era momento de tener un perro... un cocker no era una mala opción, era chiquito y parecía un perro buenito para los chicos.
Así fue, entramos al lugar, había un olor a perro muy fuerte, el señor que nos atendió nos traía cajas y cajas con perros adentro, la primera que trajo fue de perros pequineses, recuerdo esa caja azul de plástico con los perritos apoyando sus cabecitas en el borde, pero no queríamos un perro tan chico. No me acuerdo como pero llegamos a una habitación, ahí había un perro blanco con una manchita en el ojo, que me apoyaba sus patas sobre mi pierna y movía la cola, y ahí estabas vos colorada hermosa, echada, hecha un bollito sobre un diario viejo con una mirada triste, Juani (mi hermano) te señalo:

- - Quiero esa!

Yo quería al perrito de la manchita, pero nose porque terminamos llevando a Laisa, creo que porque era parecida a un cocker, cuando te llevábamos en el auto, me acuerdo que te revise a ver si tenías pulgas y tenias como tierrita, tengo esa imagen muy presente, nose porqué.

Te llevamos a la veterinaria, un chanta, no se dio cuenta que eras un setter y te querían cortar la cola, mama pregunto si queríamos y dijimos que no.

Estuviste muy enferma unos días, y no podíamos acariciarte, ni jugar con vos, vomitabas lo que comías y se te veía muy mal. No eran buenas épocas de dinero, mama estaba gastando mucha plata para que estés bien, y vos no mejorabas. A todo esto ya habíamos cambiado de veterinario, quien nos dijo que no eras un cocker.

Al ver que vos no mejorabas (palabras de mi señora madre), mama una noche te alzo y te dijo, que acá te íbamos a querer muchísimo, pero que ya no podía seguir comprándote los remedios, así que era tu decisión de seguir viviendo con nosotros…

- - De un día para el otro la perra cambió totalmente, parece como si me hubiera escuchado.

Esas fueron las palabras de mi mama.

Después fuiste creciendo… jugábamos mucho, dormíamos juntas, éramos muy buenas amigas, yo te contaba secretos, y vos los guardabas muy bien, en toda nuestra convivencia te conté muchos… y hasta hace poco te conté un ultimo secreto…

También me acuerdo mucho tus ataques de cachorra, salías disparada para el fondo y corrías en círculos, mi patio no tenia pasto ..

También me hiciste tía, tuviste 3 hermosos cachorros, dos hembras y un macho (valentin, pipi y ruli), me acuerdo que no podía entender como sabias que hacer en un parto si nunca habías sido madre, te miraba con asombro… mientras otros te miraban con asco. Eras una madre hermosa, y estabas feliz, el machito se fue con el padre, y las hembras fueron a parar a una feria donde vendían miles de perros de todas las razas, yo cargaba a ruli, la mas gorda en mis brazos, estaba muy triste, cada paso era alejarme de ella para siempre, las dejamos en el stand de setters y nos fuimos, me acuerdo de ellas dos en una jaula, me subí al auto, y llore mucho. Pero vos estabas ahí, esperándome en mi casa…

Muchas veces te saque a pasear, pero merecías que te saque muchas mas veces, hoy si tuviera un perro lo sacaría todos los días.

Debo admitir que nunca te deje de querer pero muchas veces no te daba mucha bola, yo y mi adolescencia…

Estos últimos dos años empezaste a enfermarte mas seguido… y aunque eras muy fuerte y comías muy bien, ya se notaba el paso de los años en tus patas traseras. Dormías todas las noches en el sillón… y tus ánimos caían y decaían muy seguido…

Ya no estas conmigo, pero admito que cuando camino sola por la calle, a veces miro al costado y te imagino… se que me acompañas siempre.

Te amo y te voy a extrañar siempre Laisa, mi hermana, mi mascota de toda la vida.

(evito el final triste, hoy mis ojos no quieren llorar)